En las últimas semanas, al hablar de las fases de desescalada, nos hemos permitido volver a soñar. En estas semanas los viajes han sido algo que apenas hemos pensado. El avance de fases nos ha permitido volver a pensar en el verano y en posibles destinos. El turismo rural es una de de las formas de viajar más atractiva para este verano.
Hace tan solo una semanas no teníamos claro cómo iban a ser los viajes tras el covid. Aún estamos a conocer detalles de cómo se plantea este verano. Pero ya lo vemos posible. Ya sabemos que habrá salidas este verano.
Sinceramente, no me veo pidiendo cita para ir a una playa, ni dentro de un cuadrado o un aro para delimitar mi espacio vital covid free. Tampoco me veo haciendo cola durante una hora para sentarme en una terraza. No creo que me sienta muy relajada en estas circunstancias. Hasta ahora las salidas eran momentos asociados al ocio y al relax. De momento no tiene ninguna pinta de relajante. Pero quien sabe. Donde si me imagino es haciendo turismo rural. Nuestras salidas ya eran muy rurales. Rincones por descubrir, con pocas aglomeraciones, donde el tiempo va más despacio.
El turismo rural en España está lleno de posibilidades. Desde pueblos (semi) abandonados a zonas con una naturaleza sorprendente, a los ríos de toda la vida disfrutando de un picnic al aire libre. Al establecer la base en un pueblo, puedes disfrutar de su ambiente y de excursiones de un día a lugares cercanos.
Pueblos de montaña
Es ver la alta montaña, y me entra una relajación por el cuerpo… ¿A ti también te pasa? Si tengo que elegir una zona de montaña en España esa es la región de Huesca. Con una naturaleza fascinante, pueblos llenos de encanto, una comida excelente y actividades tan chulas como recorrer la alta montaña a bordo de un tren.
Haciendo turismo rural cerca del mar
No todos los pueblos cerca del mar están saturados. Si te vas a primera línea de playa, es muy probable que te encuentres aglomeraciones. Pero hay alternativas. Hay lugares con playas kilométricas en pueblos que no están de moda. Te llevo por ejemplo a Girona. Allí hay pueblos muy bonitos y llenos de gente, como es el caso de Cadaqués , Tossa de Mar o Calella de Palafrugell. Las calas son preciosas pero la costa de Girona también tiene playas salvajes kilométricas, donde podrás disfrutar sin tener que estar esquivando a la gente. La playa de la foto es uno de esos ejemplos, Sant Pere Pescador. ¿Conoces más playas así?
En provincias como Asturias o Cantabria, si te alejas unos kilómetros de la costa, encontrarás pueblos donde parece que el tiempo se ha parado, y con la playa a tiro de piedra. Y Cantabria tiene lugares tan únicos como el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, uno de esos sitios imprescindibles.
Los pueblos de interior son una opción estupenda de turismo rural
Que los destinos no son solo mar y montaña, ¿verdad? El turismo rural de toda la vida siempre es un acierto. Los pueblos de interior, algunos con un río, una laguna o grandes espacios para dar paseos, nos esperan este verano.
En Sierra Norte de Madrid hay pueblos con un encanto muy especial: La Hiruela, Patones, Puebla de la Sierra, Rascafría, Montejo de la Sierra, Buitrago de Lozoya,… La lista es amplísima.
Mi debilidad hablando de turismo rural de interior es Guadalajara. Es una provincia a la que adoro, que no me canso de descubrir. En el Alto Tajo tienes rincones idílicos como Peralejos de la Truchas o Zaorejas. No puedes perderte la magia de los pueblos negros. Valverde de los Arroyos es precioso, y además tiene cerca una cascada preciosa a la que se accede muy fácilmente. Lugares tan curiosos como las salinas de Imón o los campos de lavanda de Brihuega.
Una provincia fascinante es Burgos. ¿Conoces sus pueblos y sus rincones? Te recomiendo el desfiladero de la Yecla. Sencillo de hacer y muy bonito.
Me estoy dando cuenta que podría hacer este post kilométricos.
¿Tienes pensado hacer turismo rural este verano? ¿Alguna idea del destino que te gustaría?
