A veces damos vueltas y vueltas para encontrar regalos para bebés. ¿Algo bonito?, ¿es práctico?, ¿qué color cogemos?, ¿algo de ropita?, biberones tendrán, ¿no?, un chupete… ¿y si no usa?,… Ufff, la cabeza a tope, un montón de cosas donde elegir, y muchas dudas respecto a lo que está bien regalar.
Da igual lo que te regalen, por lo menos en mi caso, que todo lo recibo con mucha ilusión. Más que el regalo en sí, me hace sentir muy bien que la otra persona haya pensado en mi o en mi bebé y haya intentado buscar algo que nos pueda gustar. Fijaros que, entre todo lo que nos regalaron, recuerdo con un cariño especial las pastas de mis tíos, el jamón de mi suegro, o el salmón que me trajeron mis cuñados ;). Y, por supuesto, la comida que mi madre me preparó para los primeros días.
Aunque nos gusten todos los regalos, al cabo de un tiempo eres consciente de que hay cosas que no has usado o lo has hecho solo en una o dos ocasiones, o cosas que no se ajustan a tus preferencias o a tu forma de vida. Normalmente las madres experimentadas suelen buscar regalos prácticos que saben que vas a usar. Con mi segundo hijo tuve varios de esos regalos y me vinieron de perlas. ¿Cómo qué? Para mi los sets de baño de marcas chulas de bebés, cremitas, geles,.. son un must, y los pañales son otro de los regalos estrella. Unos babys y pijamitas para el principio, y necesitas poco más. Hay que reconocer que en los segundos hijos te vuelves mucho más práctica.
Recuerdo cuando nació mi pequeña, hace ya 9 años. Al ser la primera y que aún en la familia había pocos peques, nos hicieron muchísimos regalos. Entre otras cosas, nos ayudaron a equipar la casa con todo lo necesario para recibir a un bebé. En la época en que nació mi hija aún no se llevaban los baby shower ni eran muy conocidos, pero me parece una ideaza en el proceso de irte haciendo mamá en el primer embarazo. Con el segundo, tu maternidad está muy establecida, te sientes más preparada y la familia ya pasó de 2 a 3, que es un paso que parece fácil, pero que lleva un proceso de adaptación que a temporadas se vive como una montaña rusa. En los baby shower, mucha gente se vuelve loca buscando el regalo estrella, el más original. Como casi todo en la vida, “menos es más”.
Si nos ponemos a pensar en cuantos pañales gasta un recién nacido, y el coste que eso supone para la familia, estarás conmigo que un regalo muy útil son los pañales. Y como parece que eso de que te regalen paquetes de pañales no queda muy cuco, ¿qué tal con una bonita tarta de pañales? A mi me encantan, son súper vistosas y además tienen lo importante, pañales de diferentes tallas. Cuando se habla de regalar pañales, el argumento fácil es el económico. Pero para mi hay otra razón más que lo hace un regalo ideal. Cuando estás con un bebé recién nacido, tus horas no cunden. A veces calculas mal tus tiempos (muchas veces) y tienes que salir corriendo a por pañales, y no digamos si ha cambiado de talla. Tener en casa los pañales y poder ir tirando de ellos viene genial en los primeros meses de vida del bebé, que no sabes a qué hora del día vas a tener unos minutos disponibles.
Uno de los sitios donde he encontrado algunos de estos regalos es en Baby Sorpresas. Las tartas de pañales son chulísimas y tienen también canastillas para bebé con productos para el baño, con cositas para bebés para la primera puesta,… Seguro que hay más sitios para hacerse con estos detalles, pero la variedad de esta página me ha conquistado.
¿Cuál fue tu regalo ideal cuando nacieron tus pequeños?