Las cascadas del Aljibe forman un espectáculo natural diferente debido a su doble cascada y a sus bonitas pozas. Disfrutar de este paisaje a vista de pájaro, desde alguno de los miradores, se convierte en una oportunidad de vivir el lugar de una manera aún más especial.
Estamos más acostumbrados a ver las cascadas desde el suelo, dejándonos asombrar por la caída del agua al mirar hacia arriba. Sorprende ver estos saltos de agua desde arriba. Además, en las cascadas del Aljibe puedes cambiar de perspectiva, bajando a disfrutar de sus pozas.
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La ruta

Hay dos posibilidades para llegar a las cascadas del Aljibe. Acceder por una ruta directa o por una ruta circular. La ruta directa, que es la que cogimos nosotros, inicia desde Roblelacasa (abajo te dejo tips y recomendaciones prácticas).
La ruta está bien señalizada, saliendo desde una calle del pueblo. La primera parte tiene alguna zona de piedras, aunque pronto te encuentras con un sendero ancho. La ida son unos 3,5km de cuesta abajo. Es una caminata fácil. El último tramo tiene un sendero más estrecho, muy sencillo de atravesar.
Durante el camino te acompaña el pico de Ocejón y el resto del montañas. Hay poca vegetación, por lo que es una ruta recomendable para días frescos.
Las cascadas y pozas del Aljibe

Tras la última parte de la ruta, que es un camino más estrecho, un puente de madera es la señal de que estás atravesando el arroyo del Soto. A lo largo del río podrás observar pequeñas caídas de agua. El río va tomando fuerza hasta encontrarse con las caídas que dan lugar a las cascadas del Aljibe.
Un poco más adelante se encuentra un mirador de piedra, protegido por una red, que si vas con niños es ideal para asomarse a ver las cascadas. Puedes seguir andando por la zona, siempre teniendo en cuenta la altura y el riesgo que existe si te acercas al borde para ver el paisaje que tienes más abajo.
Cuándo visitar las pozas del Aljibe
Te recomiendo que busques un día fresco, evitando los meses de más calor. Si ha habido pocas lluvias, las cascadas llevarán poco agua o incluso estarán secas. Intenta ir después de una temporada de lluvia para ver la zona en todo su esplendor.
El pueblo de Roblelacasa y los pueblos negros de Guadalajara

Este pequeño pueblo, de alrededor de 200 habitantes, forma parte de los típicos pueblos negros de Guadalajara. Esta ruta se caracteriza por la arquitectura y el paisaje de los pueblos, construidos principalmente con pizarra negra y piedra oscura, lo que da una estampa muy característica al perfil de estos pueblos.
Roblelacasa es una pedanía de Campillo de Ranas, otros de los pueblos negros que te recomiendo conocer entre los lugares más bonitos de la provincia de Guadalajara.
La ruta de los Pueblos Negros de Guadalajara es ideal para los amantes de la naturaleza y el senderismo. Si te gusta el turismo rural, disfrutar de pueblos singulares, rodeados de un entorno natural, estos pueblos te cautivarán.
Otras cascadas en la zona de los pueblos negros de Guadalajara

En Valverde de los Arroyos, haciendo una ruta de lo más sencilla puedes disfrutar de otro salto de agua muy chulo: la Chorrera de Despeñalagua. A unos 30 minutos del pueblo, por un camino muy sencillo, descubrirás esta bonita chorrera. La caída es muy diferente a las cascadas del Aljibre: es más estrecha pero también tiene mayor altura.
Datos prácticos de la ruta de las cascadas del Aljibe

La ruta directa para llegar a las cascadas del Aljibe sale desde Roblelacasa.
Estás en la zona de los pueblos negros. Vente con tiempo, y así podrás conocer una zona con mucho encanto de la provincia de Guadalajara.
Para hacer la ruta, deja el coche en el parking gratuito del pueblo de Roblelacasa. Es bastante amplio.
Las caravanas pueden pernoctar en el aparcamiento.
3,5kms a la cascada por camino ancho la mayor parte del tiempo. No hay peligro.
Hazte a la idea de unas 3 horas entre ida y vuelta.
Ojo con la vuelta. Los 3,5km son en subida. La vuelta se hace larga.
Apta para niños, a partir de 5 o 6 años.
Puedes ir con tu perro.
Evita días muy soleados o calurosos. No hay sombras.
💧 Que no se te olvide llevar una buena cantidad de agua, gorras, crema de sol y alguna cosa de comer por si te quedas sin energía.
Y si te gustan las vacas, vas a disfrutar mucho. Aquí hay muchas vacas negras con unos cuernos que imponen. Como siempre, están a lo suyo si tú también estás a lo tuyo.
El regalo por finalizar la ruta:
una doble cascada que verás en pocos lugares.