Ir a ver obras de teatro o musicales con títulos como La Sirenita o Caperucita Roja, es un éxito asegurado con los niños. ¿Quién no conoce la historia de La Sirenita? Enseguida nos vienen recuerdos de nuestra niñez. Pero si además tienes niños, habrás visto cualquiera de las versiones de la peli, dibujos, varios tipos de cuento… Vamos, que es imposible no conocer la historia.
Es muy fácil motivar a los niños con los títulos conocidos. Y no nos vamos a engañar. Los padres a veces necesitamos valores seguros, que ya bastante luchamos en nuestro día a día. También reímos y disfrutamos, pero ya sabes que esto no ocurre todo el tiempo 😉
Con esta idea nos fuimos a ver La Sirenita de la compañía Tiovivo Teatro. La sorpresa la encuentras cuando a los pocos minutos de empezar el musical te has olvidado de la historia que tienes en tu cabeza para dejarte llevar por esta nueva Sirenita.
Además de los personajes esperados y conocidos, ver en el escenario un pájaro grandote (el “pato” según mi hijo) o un pez, aporta un ingrediente más y hace que todos estemos esperando de nuevo la aparición de estos personajes. Las risas de los niños y mayores están aseguradas.
Una de las cosas que caracterizan a esta compañía es la interacción con el público y con los niños y niñas que allí se encuentran. No te imagines lo típico de subir al escenario a los niños, que siempre les atrae un montón y que a los padres nos hace tanta gracia y nos da la excusa perfecta para sacar el móvil o la cámara de fotos.
Los personajes de La Sirenita incluyen a los niños en la historia preguntándoles, consultándoles sus decisiones y haciéndoles parte de la historia. Con esta implicación, los pequeños siguen expectantes la historia. Según va avanzando la obra, los niños van animándose más a participar y dar su opinión.
Te dejo un aperitivo por aquí de este divertido musical.
En casa hicimos la gran prueba de fuego. Fuimos con nuestro pequeño, que no llegaba entonces a los dos años. Lleva yendo a espectáculos desde bien pequeño, y siempre íbamos bien aprovisionados de cosas que darle para comer y entretenerse (jamón york, yogures líquidos, gusanitos,…). Este es el primer musical en el que no recurrimos a nada de esto, porque incluso el pequeño estaba metido en la historia.
Si tienes oportunidad, no te pierdas esta visión de La Sirenita