Hay sitios que son simplemente para disfrutarlos y dejarte llevar por ellos y por lo que te ofrecen. Uno de ellos es el Castañar de El Tiemblo. Dicen que es precioso en todas las estaciones. Hemos tenido la ocasión de conocerlo en otoño, antes de las lluvias, y te aseguro que luce de una forma especial. Otoño es una estación estupenda para disfrutar de los lugares con otros ojos.
Si has oído o leído cosas sobre la cantidad de gente que acude allí, colas, precio de entrada y demás, estás en lo cierto. Te cuento lo que hemos aprendido para disfrutarlo al máximo.
¡Merece mucho la pena perderse durante un rato en este bosque!
Este era uno de mis pequeños sueños viajeros. Para mi hay dos grandes grupos de sueños en cuanto a las escapadas: los grandes sueños, esos lugares lejanos, que he soñado muchas veces con conocer, pero que sé que necesito que se den muchas condiciones para conocerlos, y esos pequeños sueños, que si no los haces, es porque no te organizas bien. O porque tienes muchos pequeños sueños viajeros. Que eso también me pasa ;). Seguro que sabes bien de lo que te hablo.
¿Me acompañas en el paseo por el Castañar de El Tiemblo?
Contenido
El Tiemblo
El Tiemblo es un municipio de la provincia de Ávila situado a poco más de 100 kilómetros de Madrid, lo que lo hace muy accesible para hacerse una escapada sencilla si vienes de Madrid o alrededores.
Este bosque está situado a una altura considerable. Una vez llegas a El Tiemblo, encontrarás indicaciones a la izquierda hacia el castañar al poco de pasar una gasolinera (o a la derecha antes de llegar a la gasolinera si vienes por el lado contrario).
Al llegar a la carretera que sube al castañar, encontrarás una caseta de madera, que es algo así como la vía de entrada a esta zona. No encontrarás vallas ni barreras. Si no hay nadie allí, la carretera estará abierta y podrás subir. Si vas en los meses de otoño, la caseta estará abierta, habrá personal de la zona con chaleco amarillo dándote instrucciones y muchos muchísimos coches. Esto fue lo que más me sorprendió.
Llegamos a El Tiemblo un poco antes de las 12h y aquello estaba imposible. Uno de los trabajadores nos dijo que dejáramos el coche aparcado, que habían cerrado el acceso al castañar y que esperásemos a ser llamados por el número que nos habían asignado. Al siguiente hombre que nos indicó, le preguntamos por tiempos y nos dijo que teníamos para un buen rato, que sólo subían coches cuando bajaban del castañar, y que a estas horas no sabían decir cuanto íbamos a tardar. Nos recomendó que fuéramos a mediodía, sobre las 15h, que seguro era más fácil la subida.
¡Eso hicimos! Nos fuimos a recorrer un poco la zona y a las 15h estábamos allí. Efectivamente subimos en cuestión de 5 minutos. Eso sí, previo pago.
¿Cuánto cuesta subir al castañar?
La entrada al castañar de El Tiemblo está regulada. Aún así, es posible que te de la sensación de que hay mucha gente. El ayuntamiento ha decidido además cobrar un precio para visitarlo.
¿Cuánto cobran?
Si vas a pie, pagarás 2€ por adulto. Las bicis también pagan. Si vas en coche, pagarás 6€ por el vehículo y 2€ por cada adulto que va dentro. En el enlace tienes la información detallada de la ordenanza municipal donde indica los precios.
¿Merece la pena subir al castañar?
Sí, sí , y mil veces sí.
Me da rabia que cobren por subir a un paraje natural. Pero cuando llegas, y ves la afluencia de gente, te preguntas cómo estaría aquello si no regulasen de alguna forma la entrada.
No sé si esta es la manera más adecuada, pero está claro que de alguna manera tienen que regular al acceso. ¿Qué pasaría si todo el mundo pudiera subir cuando quisiera?
Sólo tenemos que mirar a nuestro alrededor, para ver todo lo que estamos destrozando. Y, lo peor, es que parece que lo vamos a seguir haciendo.
Acceso al castañar

El acceso al castañar del Tiemblo no parece posible para todo tipo de vehículos. La gente sube con cualquier tipo de coche. Son 6 kilómetros de ascensión, donde sólo los 2 primeros kilómetros están asfaltados. El resto, unos 4 kilómetros, se hacen eternos. El estado de la pista no es nada bueno. No hay grandes agujeros, pero sí bastante bache.
El bosque de alrededor es precioso. La ascensión se hace con árboles que te rodean. A ambos lados empezarás a disfrutar de un bosque frondoso. Te recomiendo no bajar las ventanillas, porque al ir por pista, sube mucho polvo al pasar los coches. Vimos poca gente que fuera andando por allí. Es una buena caminata. Pero a los kilómetros hay que sumarle lo incómodo de ir andando y estar pasando coches, que además que te llenan de polvo.
En mitad del camino te preguntarás si de verdad estás subiendo al castañar. Y, aunque parezca mentira, sí, sigues subiendo ;). Ya te digo que se hace eterno.
Te encontrarás a pocos coches bajando. Al terminar la jornada, nos indicaron la bajada por otra pista forestal. Los coches suben por una pista y bajan por otra diferente. Eso hace más fácil el acceso.
Aparcamiento y zona de picnic

Al llegar arriba, te encuentras el Área Recreativa El Regajo, y a los lados empezarás a ver coches aparcados. Hay dos espacios con plazas de aparcamiento, pequeños para la afluencia de gente en épocas como el otoño. Siguiendo la pista, encontrarás un lado completamente ocupado por los coches aparcados.
Al lado está la zona de picnic, donde encontrarás mesas, bancos y un amplio espacio para poner tu mantel de picnic. Aquí es donde encontrarás el acceso principal al castañar y un cartel informativo sobre las rutas y la zona. Un pequeño puente te indicará que has llegado al lugar.
¡¡A disfrutar del castañar!!
A partir de aquí, olvídate de ver el sol durante la mayor parte del paseo. Los castaños, frondosos y muy altos, impiden que los rayos del sol toquen la tierra. Incluso con un año tan seco como es este, se podía notar cierta humedad al caer la tarde.
Seguro que la visita tras haber caído algo de lluvia, es más incómoda,
pero el lugar lucirá unos colores y unos contrastes increíbles.
A lo largo del bonito paseo por el castañar de El Tiemblo encontrarás castaños con un tronco enorme, abierto en la parte inferior. El sueño de cualquier niño, que no sabe si es una casita para niños o una casita de duendes.
¡Será una gran parada el camino!
Según avanzas el paseo, escucharás ruidos, golpes a tu alrededor. De reojo (o no tan de reojo), verás algo que cae de los árboles. ¡Sí! ¡Has acertado! Durante tu paseo tendrás muchas posibilidades de que una castaña caiga a tu cabeza. ¿Sabes que las castañas pinchan?
Además de que pinchan, las castañas caen con mucha fuerza.
Así que, ¡a practicar los reflejos! 😉
Según sigues el paseo, encontrarás un roble centenario. Está señalizado. Lo tienen vallado para evitar que la gente entre y se suba en él. Aunque el árbol en sí es impresionante, después de ver tantos árboles bonitos y estar en mitad de un bosque, no es el árbol que más destaca.
Llama más la atención llegar al punto del camino donde está situado un refugio. En mi cabeza un refugio tendría que estar limpio. Se usa para “refugiarte” durante unas horas, y dormir bajo techo. Pero en la realidad muchos son los refugios mal cuidados y que huelen muy mal. El refugio que encontrarás en esta ruta del castañar está limpio y además es muy bonito. Las paredes están decoradas con dibujos muy curiosos y el olor a leña nada más entrar es penetrante.
Hay rutas señalizadas que puedes hacer dentro del bosque. Nosotros no íbamos con ninguna idea de ruta, sino de dar un paseo, y fueron unas horas que se pasaron rápidamente.
¡Una visita muy recomendable!
Mis impresiones del castañar de El Tiemblo
- Acude muchísima gente. Arriba ya te comentaba como tuvimos que ir de nuevo en las horas de menos afluencia de gente. Ten esta previsión para no sentirte agobiado.
- Una vez arriba, al inicio de la ruta, hay muchas personas. Si sigues un poco más adelante, cuando ni siquiera has andado un kilómetro, estarás rodeado de árboles y naturaleza, y no para nada notarás la masificación.
- En los folletos que te dan a la entrada, te explican más sobre rutas y lo que puedes hacer allí, y te explican que las castañas provienen de castaños salvajes, y no son de gran calidad para las personas. Sin embargo, son el principal alimento de la fauna que vive en la zona. Solicitan que no nos llevemos las castañas. Estar allí y no probar las castañas o llevarte alguna es algo imposible. Llama muchísimo la atención. Pero lo que vimos allí, no se puede transmitir con palabras. Al principio de la ruta, la gente llevaba grandes bolsas llenas de castañas. Las laderas tenían el suelo lleno de personas cogiendo todas las castañas que encontraban a su paso. Incluso las que encontraban en el camino, que estaban pisadas por todo los que paseábamos por allí. Me dio mucha pena y me sentí muy mal viendo esta realidad. Si te adentras en el bosque, pronto todas estas personas que sólo suben con la pretensión de coger castañas, quedan atrás y te olvidas de esa realidad durante un rato. Pero realmente da mucha mucha pena como cuidamos lo que tenemos alrededor.
La naturaleza es un bien que tenemos al alcance de todos. Cuando viajamos con nuestros hijos, tenemos una oportunidad de oro para enseñarles a cuidar de lo que tienen alrededor mediante nuestro modelo.
¡Enseñemos a nuestros peques la grandeza de lo que nos viene dado!
¡Enseñemos a cuidar y a respetar!
Mostremos a nuestros niños que lo que cuidemos hoy
será lo que tendremos mañana.
Explícales por qué los bosques y la naturaleza son importantes para nuestra vida.
Pero, sobre todo, muéstrales y enseña cómo se cuida nuestra riqueza natural por medio de tu ejemplo.