En verano siempre tengo la sensación de que nos volvemos un poco más salvajes, más naturales, nos dejamos llevar en más momentos… En invierno luchamos en alguna ocasión para que los peques se pongan las zapatillas por casa (no peleamos demasiado), pero en verano no luchamos nada. Pueden pasar el día descalzos, desde que se levantan hasta que se acuestan, sin plantearse si es el suelo de casa o el del jardín el que están pisando. Cuando salimos en familia a conocer algún pueblo, un embalse o un bosque, ahí sí que le damos importancia al calzado que llevan. Mi hija iría en chanclas hasta la cima de una montaña. Pero aquí sus padres tenemos que ejercer de adultos indicando el calzado que se tiene que poner. Y hay cuestiones que no son negociables. Y es que igual que no tiene sentido ponerse ropa de verano en invierno y pasar frío, tampoco tiene sentido ponerse cualquier zapato y arriesgar así la salud de los pies.
Los peques, al igual que nosotros, no tienen una variedad enorme de calzado, pero sí uno de cada de los que consideramos imprescindibles. En verano no pueden faltar unas sandalias, unas zapatillas de lona, unas chanclas y unos escarpines (que nos gusta ir a embalses y ríos, y algunas calas con piedras). Y cada tipo de zapato adaptándolo a la edad, los gustos y a la necesidad de cada tipo de suelo o de momento. Puedes ver muchos ejemplos de calzado para niños en Zapatosobi.
Aunque el pequeño quiere imitar a su hermana, hay ciertas cosas que tenemos muy en cuenta aún con él. Buscamos siempre zapatos que le resulten cómodos, con la puntera cerrada (aunque por casa a veces usa alguno de puntera abierta), con suela durilla que le de más estabilidad y con refuerzo trasero. Por supuesto, tanto en el peque como en la mayor, huimos del plástico y buscamos que tengan una buena transpirabilidad. Eso no quiere decir que sean carísimos. Hay veces que ponemos el precio como sinónimo de calidad, y eso no es siempre así.
Cuando hacemos alguna excursión a partir de primavera, suelo incluir en el coche una mochila con escarpines para todos (que más de una vez hemos dicho ¿por qué no? y hemos ido a un lugar inesperado ;). Las familias viajeras solemos ir equipadas de un kit básico de varias cosas imprescindibles, y el calzado lo es. Para el pequeño además suelo llevar un tipo de calzado extra. Los mayores podemos ir con botas de montaña a la playa y nos apañamos, pero con los enanos es importante estar más atentos al tipo de calzado, y adecuarlo a la situación.
En resumen, ten en cuenta la temporada, el sitio donde vas a ir, y la edad de tus peques. Y adapta el tipo de calzado. Y fundamental, siempre que se pueda, alterna un buen calzado con ir descalzo, algo que le hará mucho más libres, y le ayudará en su desarrollo físico.
Si quieres otra información de interés sobre el calzado más adecuado para los niños en verano, puedes hacerlo pinchando en el enlace.
Consejos para escoger el calzado infantil para las vacaciones
